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La mansión del deseo (Capt 1)

La mujer sentada
en el sofá intentaba dar forma a sus pensamientos.
  Normalmente no habría tenido ningún problema en hilar unas
palabras tras otras y escribir una historia. Para ella, periodista de profesión
y escritora de vocación, nunca
 presentaba dificultad expresar en palabras los recovecos
ocultos de un personaje o crear una trama creíble. Disfrutaba de esos momentos
en soledad donde urdía historia e inventaba personajes nuevos.
Sin embargo,
aquella mañana estaba atorada. Tenía varias historias en mente pero ninguna se
atrevía a comenzar, sabía que algo, indefectible, lacerante, incómodo, luchaba
por salir. Era inútil que despistara las horas con los artículos pendientes o
las tareas de la casa. Sabía que nada volvería a ser lo mismo después de
aquello. Ahora mismo se hubiese cambiado por cualquiera. Por qué demonios tenía
aquella forma de ser, acaso no podía contentarse con una verdad a medias, tenía
que hurgar una y otra vez hasta dejar la herida descubierta y luego, exponerla
al sol para que la visitaran todas las moscas.

Durante la
mañana estuvo trabajando sobre un artículo político, había acabado satisfecha
con su redacción y se había servido 
una cerveza.  Sentía que iba
a salir, estaba allí, latente, como un huevo blanco a punto de reventarle en la
cara. Iba a estallar, como una eclosión que la partiría en dos . El vientre en
un puño, el corazón acelerado. Seguía los movimiento del dedo, derecha,
izquierda, derecha, izquierda. Disociación. Un grito espeluznante, inhumano,
aterrador, salió de su, boca.

10 comentarios en «La mansión del deseo (Capt 1)»

  1. De entrada me gusta y eso de publicar por capítulos ¡malaje!, me dejas intrigá.
    El comienzo: qué escribir delante de un papel en blanco, ya es un clásico entre los escritores, pero me ha desconcertado lo del artículo económico.
    Buen comienzo

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