El perro muerto

Un
hombre pasea en la noche
su
perro muerto.
No sabe
 porque aun nadie se lo ha dicho
que el
animal lleva tiempo muerto.
El
hombre
 acaricia  el lomo
del
animal
 que tampoco sabe que ha muerto.
Desde
mi ventana los veo pasar
al
hombre
 hablándole con voz queda
y al
perro que mueve su cola
y lo
mira
 con infinita dulzura.
Mi
corazón se detiene
en esta
imagen melancólica
 del hombre que no sabe que su perro está
muerto
y del  animal que desconoce su existencia.
Una
mujer pasa y lo mira con desprecio
porque
tiene las ropas sucias y un aspecto mugriento.
La
mujer
que no
sabe que nadie es tan fiel
como este
perro muerto
desaparece
en la esquina
 entra en la casa
y oye en
la habitación contigua
el
teclear del hijo
que  desconoce la existencia
del
hombre
que
camina bajo la noche
con el 
perro fiel

que hace tiempo que ha muerto.

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7 pensamientos sobre “El perro muerto”

  1. La indiferencia a los valores que han demostrado ser los que permiten llevar una vida más digna, puede ser una consecuencia de… la industrialización? o la globalización? o la propia usura? perdona este coment, es una tontería.
    Me gustó tu poema reivindicativo.

    Un abrazo

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